jueves, 20 de junio de 2013

Belleza y algo más

Acabo de leerme unos consejos para cuidar el cabello. En realidad iban dirigidos a personas con el cabello aclarado. Y no es que esté pensando en hacerme rubia, la verdad, pero no me he podido resistir. Todo lo que son consejos de belleza me resultan irresistibles. Y en este caso, los trucos podían extrapolarse a todo tipo de cabello, ya que hablaban de protección del sol, acondicionamiento tras el lavado, cómo mantener el cabello limpio... Pues eso, que tanto me daba no ser rubia de pega, porque con los trucos básicos de belleza siempre saco algún consejillo útil. Me pasa con la revista Elle o con el blog Belleza en Vena, que te van dando píldoras para cuidarte y yo me voy haciendo mis notas mentales y las voy adoptando a mi "ritual" de belleza diario, semanal... un ritual breve, ya que como todo el mundo, ando de estrés hasta la ceja. Y con mi rápido ritual han cuadrado muy bien estos trucos básicos de belleza sobre los cuidados del cabello, por sencillos, por directos y por asequibles.

Mujer maquillada y relajada mirando a cámara
Así de guapa con unos trucos de belleza fáciles


Belleza y algo más: lo que valoro de un plus

Me gusta que en las tiendas, ya sean online u offline, me ofrezcan belleza y algo más. Hasta hace poco tenía en el centro comercial de al lado de casa un Douglas con varias dependientas que me surtían de todo tipo de productos de peluquería y estética. Siempre que podía, buscaba que me atendiese una señora mayor, bien dispuesta y muy amable que me ha dado algunos de los consejos de belleza que sigo más fielmente. En ocasiones era una comparativa entre productos, donde en ocasiones podía ganar el más caro o el más barato simplemente porque se adaptase a lo que necesitaba. Otras veces eran trucos para desmaquillarme aprovechando mejor un producto, o utilizar recambios en vez de comprar cada vez el artículo completo. Las veces que me recomendaba algún producto más caro me lo llevaba sin rechistar, porque sabía que me estaba llevando lo mejor, por la sencilla razón de que esa dependienta me había dado siempre "algo más" que la transacción de la venta. Y eso es lo que valoro de algunos blogs de las tiendas de cosmética, de las revistas de tendencias,... el plus de información que me da confianza.

Amigas contándose un secreto
¡Cuéntame tus trucos de belleza!


Cuando os he hablado de mi dependienta de confianza de Douglas lo he hecho en pasado, porque con gran pesar por mi parte, ha cerrado la tienda del centro comercial. Y con más pesar todavía, también ha cerrado la tienda Douglas del otro centro comercial al que iba desde el cierre de la primera: a por mis recambios de maquillaje, a por brochas, tónico,... Y aunque desde entonces compro más online (conociendo las marcas me resulta súper-fácil y rebajo mi nivel de estrés), no me quito el placer de pasear de vez en cuando con mi amiga del alma, de tienda en tienda gastando el tacón, aunque sólo sea para acabar con una laca de uñas (negra en su caso, coral en el mío) y compartir los trucos de belleza que vamos "cazando" por separado.

Y vosotros ¿de dónde sacáis los consejos beauty?

jueves, 13 de junio de 2013

Motores y megaconstrucciones

Hoy llevo un día de esos de camisa de cuadros y jeans boyfriend. De los que en el desayuno puedo ir consumiendo uno tras otro programas de estética heavy donde fornidos hombres se agarran a máquinas tremendas para arreglar el mundo (o reventarlo, según se mire). Me pirran los programas americanos donde se pone a prueba la resistencia de un motor, prueban in situ si un móvil puede hacer volar por los aires una gasolinera o te enseñan cómo se fabrica un bate de baseball. Sí, vale, los que me seguís sabéis que estoy enganchada a los reallities como How do I look? y los documentales de diseño de Canal Plus, pero hoy, hoy no es uno de esos días.

Los dos miembros principales de cazadores de Mitos
Estos dos tipos son unos descerebrados


Lo de probar a usar el móvil en una gasolinera es cierto. Lo vi en un programa de Mythbusters (los Cazadores de Mitos), una pareja de descerebrados que han decidido unir su inconsciencia por una misma causa: cargarse todas las leyendas urbanas y mitos en los que hemos creído ciegamente desde años. En el caso de la gasolinera, no les bastó con hacer unas llamadas al lado del surtidor. No, ese no es el estilo de los Mythbusters: lo que hicieron fue meter unos 10 teléfonos dentro de un coche en el que previamente habían colocado varias bolsas con gasolina. Todo dentro de una caseta, y a una distancia prudencial llamaron a todos los dispositivos a la vez. Y lo que pasó fue... nada. Pero no siempre es así, a los Cazadores de Mitos y a sus compinches (sí, hoy en día creo que el grupo asciende a 5 miembros) los he visto electrocutarse, despeñarse,... e incluso en esos casos lo han pasado bien, ¡y yo también!

Carátula del programa de motores y megaconstrucciones
Este me lo veía YA


Otros programas irresistibles para mi vertiente heavy son los que fabrican cosas, sea cual sea el tamaño del resultado final. Puedo empaparme de cómo se fabrica un bollo relleno y glaseado en cantidades industriales al norte de Alabama, o asistir a la apertura de la presa más grande del mundo, previo repaso de cómo se fabricó esa presa, en cuánto tiempo, con qué materiales. Estoy hablando de
Cómo se hizo y Megaconstrucciones (Extreme Engineering), ambos de Discovery Chanel. Ups! Cómo Mythbusters. Entre ese canal y yo hay algo especial ;-)

¿No es una suerte poder saber más de "ellos" online?

Estamos ante una clara tendencia. De hecho hace poco supe que contaba con varios amigos que veían Top Gear en familia. El programa no tiene truco: es divertido, es original, su humor es absolutamente blanco (y muy inglés!) y tiene gracias para todas las edades. Sin incurrir en datos excesivamente técnicos, te llevas buena información sobre los coches que prueban y te ríes con las ocurrencias que tienen para testarlos. Todo esto se traslada a la red, donde el mayor centro comercial del mundo (la propia red) puede venderte cosas absolutamente curiosas o conectarte con los programas que sigues para saber más de ellos. Y la estética se traslada fielmente, como en las tiendas que pueden venderte un motor cruzando el mundo en unas horas.

Tienda de motores online
Ese pedazo de motor me está llamando

Seguiré disfrutando de este día de camisa de cuadros hasta que me entre la vena posh y mi dedo se lance a canales como Divinity. Hasta entonces, contadme, ¿qué días dejáis de ser vosotros/as para ser más que nunca vosotros mismos?


jueves, 6 de junio de 2013

Cómo comprar una casa aprovechando las ventajas de internet

En esta vida me he mudado varias veces de casa. La primera vez fue en mi misma finca, me trasladé con mis padres a un piso más grande, dos alturas por encima. La segunda cambiamos de barrio en la misma ciudad. El piso nos lo ofreció una amiga de mi madre; su cuñada vivía enfrente y el piso acababa de quedar vacío. La tercera fue cuando me independicé y volví a la finca de mi niñez, me gustaba el barrio y era bastante económico, no necesitaba más. La última vez fue hace 10 años, me fui a vivir con mi chico a un barrio nuevo en la ciudad. Se enteró de su existencia al ver las casetas de obra, y eligió la finca entre otras básicamente por la infografía: era la más bonita. Cuando me llevó a ver dónde iba a estar nuestra casa hizo varios gestos señalando el cielo, al estilo de José Luis López Vázquez en aquellas películas de los años 70, porque la finca aún no estaba construída. A donde voy con todo esto es que, en estos 10 años, la tarea de cómo comprar una casa ha cambiado de forma radical gracias al uso de internet en nuestras vidas. Ahora para comprar una casa ya no tiene nada que ver con los casos que he contado, que son similares a los que hemos vivido todos los españoles en las últimas generaciones: ya no paseas por tu barrio a ver carteles de venta en los portales, ni le preguntas a un amigo, ni a su cuñada ;-) porque ahora tus miras se amplían, ahora primero decides qué casa quieres y luego la buscas.

Cómo comprar una casa utilizando un buscador

Los buscadores han revolucionado el negocio inmobiliario porque ahora puedes acceder a un número inimaginable de viviendas y elegir la que se adapta a tus necesidades. Las inmobiliarias online ponen a su servicio un buscador de pisos donde acotar tu compra. Idealista, fotocasa, son los referentes nacionales más importantes, pero a nivel local hay también inmobiliarias online que ofrecen interesantes propuestas en alquiler de pisos, compra de casas, naves, locales comerciales... en una zona concreta.

Buscador de pisos para comprar una casa
Las opciones del buscador te ayudan a ajustar tu búsqueda


Los principales apartados de un buscador de pisos son los siguientes:

Lo ideal es que primero te hagas tu "lista de deseos" con lo que necesites para tu nueva casa: zona, precio, nº de habitaciones,... para luego no ir perdido entre cientos de opciones posibles, acota tu búsqueda rellenando el máximo número de campos, y si no hay inmuebles que cumplan todos los requisitos, entonces puedes vaciar alguno de los campos, teniendo en cuenta tus prioridades:
  • Provincia
  • Zona
  • Municipio
  • Distrito
  • Tipo de inmueble (piso, casa, local comercial...)
  • Categoría de inmueble (ático, dúplex, apartamento...)
  • Habitaciones
  • Superficie
  • Precio
En las fichas de cada casa podrás obtener información muy útil que va más allá del inmueble, como los colegios y zonas verdes de la zona, la cercanía de locales comerciales, etc.

Mujer con laptop ilustración
Ahora yo decido cómo quiero mi casa

Ventajas de comprar una casa aprovechando las ventajas de internet

  1. Buscas desde casa, adaptada a tu horario y sin desplazamientos
  2. Ajustas la zona, el precio... todo antes de ver ninguna casa. Nadie te enseñará una casa que no puedas pagar (ahora me acuerdo del agente inmobiliario David en Love it or List it...)
  3. Tienes todas las características del inmueble especificadas, no has de ir a tomar notas a ningún sitio
  4. Fotos. Fotos! A todos nos gusta ver las fotos cuando se trata de comprar una casa. Una imagen vale más que mil palabras y las fotos te hacen ver con tus propios ojos a qué se refieren cuando hablan de una reforma "de diseño", el tamaño de una terraza,... a veces por una imagen una casa puede darte buenas vibraciones y ves el estado real de la vivienda.
  5. Precio. El precio de un inmueble puede variar, y con internet la información está actualizada.
  6. Propietario. Algunos de estos portales te ponen en contacto directo con el propietario. Esto en ocasiones tiene sus ventajas, aunque yo prefiero que detrás haya una inmobiliaria, por cosas como las que explico en la siguiente ventaja
  7. Buscar un piso por ti. Hay inmobiliarias online que ofrecen este servicio partiendo de otro modelo de buscador en el que también rellenas los campos con tus preferencias. Y en el caso de dar con el inmueble, tienes la asesoría y la experiencia de profesionales.

jueves, 16 de mayo de 2013

El día en que me volví verde... o azul

Hace más de 5 que años que mi conciencia con respecto al planeta que habito cambió de manera radical. Fue gracias a la película Una verdad incómoda de Al Gore. Me dejó impresionada, tanto que cambió mis costumbres en un montón de tareas diarias. La película me dejó... incómoda. Al día siguiente tenía instalados en mi galería 3 cubos de reciclaje, empecé a ir andando al trabajo, para los trayectos largos cogía la bici y me hice con una de esas bolsas plegables tan monas para llevar siempre, siempre en el bolso. He dicho que cambié de manera radical y es cierto. Soy de las que abandonan sus arranques al poco de cogerlos como ley de vida. Pero en el caso del cuidado del medio ambiente, mis hábitos no han cambiado lo más mínimo desde hace cinco años. Podría contar un montón de cosas que hago, como reciclar carteles para envolver regalos (quedan genial!), pero también se me ha quedado alguna cosa en el tintero, como comprar un coche híbrido, y mira que George Clooney me convenció al instante cuando apareció en la gala de los Óscar con un Toyota Prius... pero bien, eso está ahí pendiente.

Etiqueta con el símbolo de recilcaje
Hace tiempo que me colgué la "etiqueta verde"

El color del medio ambiente. Del verde al azul

Cuando empezamos a oir hablar del cuidado del medio ambiente fue a base de oir el término ecología. De esto hace mucho más de 5 años... Mi primer contacto con este concepto fue la película La Selva Esmeralda de John Boorman, que denunciaba los estragos que se estaban haciendo con la tala de árboles en la selva amazónica y en consecuencia la agresión a los nativos de la zona. Lo de la ecología vino poco después. Entonces se asimiló el color verde, el color de los árboles, a ese término. Se planteó proteger los bosques como pulmones del planeta que son, reducir las emisiones de CO2... todo buenas intenciones que muchos ciudadanos acogieron y algunos gobiernos también.

Entonces llegó el turno a las empresas. Entre la proliferación de empresas jóvenes –lideradas por personas que han crecido con una conciencia distinta al consumismo desmedido–, y la visión de que mejorando la imagen de empresa podrían mejorarse las ventas, los equipos directivos se acogieron a programas de desarrollo sostenible. Otro concepto nuevo: desarrollo sostenible, que vino a reemplazar a ecología. Y el cambio de término conllevó un cambio de color; del verde al azul. Las empresas se acogían a Programas Azules de RSE (Responsabilidad Social Empresarial). Acciones como plantar un árbol para empresas consumidoras de papel o emisoras de CO2 a la atmósfera, dedicar un porcentaje del presupuesto anual a financiación de proyectos de interés social, son algunos ejemplos de las acciones que llevan a cabo algunas empresas, por suerte cada día más.

El color azul asociado a estos actos ha llevado a hablar de economía azul. Hablamos de la mejora de la imagen externa e interna de la empresa al asociarse a causas nobles, que incide en el aumento de sus ventas.

Si os interesa el tema, aquí os dejo unos enlaces para que profundicéis un poco más y deis un color a vuestra vida. Como decía Al Gore el esfuerzo individual de muchos es un gran esfuerzo. Y por supuesto, os dejo el vídeo de Una Verdad Incómoda:





Yo siempre he querido tener un restaurante

Hace tiempo que sigo el programa de televisión El Asesor, en el Canal Cocina. El Asesor es David Adjey, chef canadiense con grandes éxitos y estrepitosos fracasos (como él mismo menciona en la presentación de su programa) cuya labor consiste en ayudar a poner en marcha negocios de hostelería, principalmente restaurantes. La dinámica del programa es siempre la misma: una breve presentación del negocio, del dueño, de las circunstancias que impiden su apertura y del problema. Siempre hay un problema, y a veces más de uno. Y el origen del mismo suele ser cuando una persona sin experiencia en hostelería dice la frase "Yo siempre he querido tener un restaurante".


En el vídeo un programa en el que el problema era tener dos chef en la cocina


No sé qué tienen los restaurantes. Que a todos nos gusta comer, que los identificamos con un acto de relación social, que desde fuera parece que es fácil llevarlo como negocio. Sí, probablemente sea esto último lo que más hace pensar a la gente sin preparación que de la ilusión también se puede vivir. En El Asesor he visto todo tipo de gente lanzándose a la aventura de tener un restaurante: un cowboy de Texas, un decorador de Ohio, un niño de papá (o de mamá) con experiencia en... nada. Es curioso cómo todos y cada uno repiten en algún momento del programa la frase Yo siempre he querido tener un restaurante, y entonces llega la batería de preguntas de David Adjey: qué tipo de comida vas a servir, quién es el chef y el personal de cocina, dónde está la cocina, quién va a dirigir al personal de sala, dónde están los camareros que has contratado, cuándo llega el mobiliario y el menaje... al dueño se le pone cara de haba, se deshace en mil excusas y sólo acierta a balbucear que tiene una deuda enorme y una semana para abrir. Entonces El Asesor se pone firme, los pone a todos firmes y se van resolviendo uno a uno todos los problemas, contrarreloj y con los medios limitados.

Fachada de un restaurante negocio de hostelería
Tras la fachada puede haber grandes problemas
Tras decenas de programas vistos, he ido estableciendo las pautas que se repiten en todos los casos. Al final siempre se resuelve, pero habrá sido mejor tomar las riendas desde el principio.

Los siete pecados capitales a la hora de montar un restaurante


  1. Financiación. Generalmente tiramos de la familia para obtener financiación, pero entonces la deuda es doble porque es monetaria y moral, ¿y si fracasas? Ya lo decía el dueño de El Corte Inglés, su mejor y único socio siempre fue el banco.
  2. Formación. No se nace enseñado. Un restaurante es un negocio y llevar un restaurante requiere conocimientos en varias áreas, no se trata de intuición, se trata de formación.
  3. Jerarquía. El dueño tiene que actuar como tal y ejercer de gerente. No vale estar frente a los fogones y echando un vistazo a la sala. Si quieres estar en los fogones, entonces contrata a un gerente, y fórmalo según tu negocio. En la cocina todos deben responder ante en jefe de cocina y en la sala ídem.
  4. Equipo. Elije profesionales para tu negocio. Tus primas son muy monas pero no son camareras. Tu equipo es la cara vista del negocio, a través del trato personal y a través de los platos que sirvas.
  5. Plazos. Establece unos plazos desde el inicio para las reformas, decoración, equipamiento de hostelería, entrevistas de trabajo, limpieza, apertura... haz un planning que deberás cumplir. Sé realista y acude a él cuando surjan las dudas.
  6. Instalaciones. Ponte en el punto de vista del cliente. Sé eficiente y atractivo. Necesitas una cocina suficiente, una sala capaz y un ambiente agradable. No trates de comprar cada cosa en un sitio acude a profesionales en suministros para hostelería que te darán soluciones globales (vajillas, menaje, mobiliario, maquinaria...)
  7. Identidad. Antes de nada, el alma de tu negocio va a ser la comida. No trates de abarcar demasiado, céntrate en un tipo de comida, dale un toque diferenciador, y si lo tuyo es la fusión, apuesta por recetas que no sean arriesgadas.
Mesa puesta con vajilla, cristalería, cubertería, textil de mesa y arreglos florales
Un resultado así lleva mucho trabajo profesional detrás

Si algo he aprendido en el programa El Asesor es a cuestionarme muchas cosas cuando acudo a un restaurante. Los que funcionan tienen un amplio recorrido resolviendo dificultades día a día. Y ahora que tenemos a nuestro propio Asesor en España en la figura del cocinero Chicote, pienso en que un día de ésto lo voy a oir vociferar desde la cocina de algún restaurante cercano, poniendo firmes a alguno que en una ocasión dijo la frase Yo siempre he querido tener un restaurante...



jueves, 9 de mayo de 2013

Tomar zumos en el mercado

Viajar a Barcelona una vez al año se ha convertido en una fabulosa costumbre que llevo manteniendo desde que era una adolescente de pelo plantado y uñas mordisqueadas. Los primeros años fui por no perderme la Primavera del Diseño (¡madre mía, cuánto hace de eso!), luego "se me quedó" la costumbre porque tenía amigos allí a los que era un placer visitar. Conocí las terrazas de Barcelona, los sitios secretos donde tomar ostras con cava... y por supuesto seguí con mis recorridos de diseño por la ciudad. Exposiciones en el CCCB, el MACBA, el Centre d'Art de Santa Mónica,... y revisión de las tiendas que no tenía en mi ciudad: Vinçon, Muji, la desaparecida Casa Claramunt (snif!). De entonces a hoy sólo he ganado en mi ciudad un Muji, pero no es lo único que ahora también tengo en Valencia: ahora también podemos tomar zumos en el mercado, el Mercado Central.
Zumos de naranja en una parada del Mercado Central de Valencia
Zumos de naranja...¡pues mejor de Valencia!

Tomar zumos en el mercado: de la Boquería al Mercado Central

Una de las paradas obligadas en mis largos paseos por Barcelona era (es) el Mercado de la Boquería. Soy devota de sus grandes pilas de fruta perfectamente ordenada. Sus montañas de hielo donde incrustan bandejitas con fruta cortada y lo que más, lo de tomar zumos en el mercado. Vasos individuales con pajita, tapados para conservar las vitaminas y frescos, listos para tomar. Es una delicia ver los colores, derivados de las combinaciones de frutas más sabrosas. Zumos verdes, rojos, naranjas,... Me encanta degustarlos allí mismo, mientras deambulo entre paradas de mercado repletas de frutas y verduras de temporada. Me sirve de desconexión de tanto diseño, es como tocar tierra. La otra opción que me encanta es salir a las Ramblas y bajar por el paseo central hasta el mar, con mi zumo en la mano, saboreando su acidez o su dulzura; reponiendo fuerzas para la siguiente tanda de tiendas o de museos. Y ahora todo eso lo tengo en Valencia: puedo tomar zumos en el mercado y disfrutar de la arquitectura del Mercado Central, con esa maravillosa cúpula, su blanca estructura modernista. Los puestos del mercado ofreciéndome la más rica fruta, los quesos más sabrosos, las verduras de la huerta... un placer para los sentidos.
Zumos de naranja, kiwi, mango... en el Mercado Central de Valencia
Zumos ricos y bonitos, listos para tomar

Y si quieres pasear por los alrededores tienes planes saliendo por cualquiera de las puertas del mercado: hacia la Lonja, hacia la Avenida del Oeste (nunca me acostumbraré a llamarla Barón de Cárcer, ¿no suena mucho más evocador "del Oeste"?) y sus curiosos comercios; o hacia la Plaza del Ayuntamiento, centro de la ciudad de Valencia. Desde que descubrí que puedo tomar zumos en el mercado de mi ciudad voy mucho más al centro, a recorrer el barrio de cuando era una niña de uniforme y buenos modales, justo antes de convertirme en esa adolescente que no he conseguido sacarme de dentro ;-)

Cuando tomar café se convirtió en tendencia

Tengo una amiga que desayuna siempre en un bar. Da igual que llueva o truene. Ella no empieza el día si no se ha metido su dosis de cafeína entre pecho y espalda, apoyada en la barra de un bar. Esa es otra, tiene que ser en la barra. Así que cuando quedo con ella para hacernos una sesión de shopping ya sé que la primera parada incluye un taburete alto y una taza pequeña. No estoy a estas alturas para quejarme, peor sería que nos tocase andar por la calle con un tremendo vaso de papel sorbiendo por un agujero.

Parece que nadie se lo ha planteado, pero yo en eso estoy con Elvira Lindo cuando cuenta sus tribulaciones por Nueva York: los neoyorkinos han instaurado la manera más incómoda de beber café. Podría entenderlo por su clima, si te tienes que hacer unas cuantas manzanas de calles bajo cero, mejor hacerlo con una bebida caliente entre las manos. Pero en España, por favor, con el clima que tenemos que no sé si nos lo merecemos ;-) Veo chicos y chicas saliendo del Starbucks con su actitud pasiva y sus vasos de papel con el símbolo verde y negro y pienso ¿cuándo tomar café se convirtió en tendencia?
Vaso de papel con café
¿En serio te gusta beber por un agujero?


Lo de tomar café en casa ha sido siempre más una necesidad que un placer. Una dosis por la mañana para que salten las legañas y otras tantas después de las comidas para espabilar. Pero entonces llegó aquella cafetera (Dolce Gusto si no me falla la neurona) que contoneaba sus "caderas" mientras sacaba de su tripa bebidas de todos los colores. Nos aseguraba que el café no es sólo negro. Capuccino, Latte Macchiato, Chai Tea,... Anda que no suena fenomenal lo del "latte macchiato", esa campaña nos convenció.
Cafetera Dolce Gusto
¿Es bonita o no es bonita la cafetera?


Pero entonces llegó George Clooney y nos habló de un café exclusivo, de unas tiendas exclusivas... y con esa sonrisa de medio lado ¡qué le ibas a decir! ¡que sí! ¡que sí! Y empezamos a pagar una pasta por el café, pero lucíamos orgullosos nuestras bolsas de papel de esas tiendas exclusivas. Pagar una pasta por el café parece que no nos importa. Confieso desde estas líneas que me encantan los cafés de Starbucks, eso sí, en taza de porcelana, tamaño pequeño (¿pequeño?). Me encanta la variedad de bebidas, me encantan sus sofás y exprimir su wi-fi. Entonces el café ya no me parece caro. Supongo que es lo mismo que nos vendió el Sr. Clooney, ahora tenías un café con crema como el de los bares en casa, con sus cápsulas, sus dependientes impecables tras los mostradores de las tiendas. Me remito, ya no nos parece caro. Y lo de las cafeteras otra birguería qué tal, ¿habéis visto qué bonitas son? Otro de las consecuencias de cuando tomar café se convirtió en tendencia: la cafetera más mona de cápsulas la tengo yo en casa, ¡cuando la vean mis amigas!

Ahora que todo ha vuelto un poco al sitio y las cápsulas las puedes comprar en el supermercado (vale, yo de vez en cuando vuelvo a esos dependientes pulcros y educados, no me puedo privar) y tienes cafeteras de cápsulas por menos de 50 euros, ya me veo pensando cuál será la próxima tendencia. A mí lo de los instantáneos que he visto en el refrigerador del híper no me convence, pero... del café de calcetín a ese no me digas que no hay para elegir. Yo para casa mis cápsulas y para fuera Starbucks ¿y vosotros?