Todavía recuerdo el verano en el que a una amiga se le puso el pelo verde como una lechuga por el cloro de la piscina. Para evitar que mi cabello se vuelva rojizo normalmente utilizo mascarillas y un buen champú.
Otra de las dolencias piscineras más comunes son los odiosos pitidos de oídos, también conocidos como otitis y que se pueden evitar con unos simples tapones. Me he dado cuenta de que mucha gente se baña sin gafas y acaba con los ojos irritados, la salud ocular es un tema más serio de lo que parece. La córnea es una membrana muy sensible a los agentes químicos y tiene una facilidad increíble para absorverlos. En el mercado existen diferentes productos para prevenir la irritación y el picor de ojos como gotas humectantes para hacer un lavado del ojo y refrescarlo gracias al ácido hialurónico que ahora está tan de moda.
No solo el agua causa estragos en nuestro cuerpo, también lo hace el sol.
El astro rey nos da un color de piel dorado muy atractivo, facilita la creación de la vitamina D y ayuda a nuestro cerebro a liberar endorfinas, entre muchos otros efectos beneficiosos pero también hay que hidratarse adecuadamente, por dentro y por fuera, para prevenir quemaduras solares y los molestos granitos en la piel.
En fin, que para no acabar más churruscada que El Coyote hay que peparar a conciencia el bolso antes de salir de casa.
Artículos para llevar en un bolso de playa
- Botella de agua
- Aftersun y protector solar
- Gotas humectantes
- Gafas de sol
- Mascarilla capilar (si no vas a volver a casa en todo el día)
- Alguna pieza de fruta por si nos da hipoglucemia
- Un buen libro o revista
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