Ya os comenté hace un par de post que hace tiempo trabajé en un agencia de publicidad. Aquel trabajo me dio mucha "vidilla" porque cada día era distinto: un día estabas ayudando a un patrocinador a publicitarse en una competición y al día siguiente estabas en la presentación de una nueva gama de papel. A mí me iba más esto segundo, soy devoradora de papel, impreso o no. Otra de las labores que tenías en una agencia podía ser "ir a la imprenta". Ese día cambiabas el chip, te ibas a un polígono, hablabas con gente enfundada en un mono de trabajo y te expresabas en términos como cuatricromía (por Dios, que no vuelvan a oir mis oídos cuatriCOMÍA), plancha, reserva, perfil...
Aquellos días quedaron lejos como lejos estaban esos polígonos. Desde hace ya años, las imprentas las tenemos al alcance de la mano, tan a mano como tengas tu tablet, smartphone o tu portátil.
Elegir Impresum como imprenta online tiene un motivo claro: su responsabilidad ecológica. Sus principios son tan verdes como su logo. Utilizan tintas ecológicas, papeles bajos en cloro, promueven fervientemente el uso de papel reciclado para imprimir y, lo más chulo, plantan un árbol con cada pedido. Ayer me enteré por su blog, que empiezan a imprimir en papel kraft. ¿Hay papel más bonito? El papel kraft y el cartón ondulado son mis papeles favoritos. Y he probado muchos (soy devoradora de papeles, ¿recuerdas?) metalizados, verjurados, glasofonados,... y al final me quedo con el acabado natural y el tacto inconfundible del papel kraft. Al papel le ocurre como a la madera, nos gusta porque son naturales.
Unas tarjetas impresas en papel kraft tienen unas cualidades distintas a otros papeles. Las dos caras del papel no son iguales, el tacto es distinto a otros papeles, la tinta se deja llevar por las fibras del papel, y el color marrón puede sufrir alteraciones con el tiempo... Pues a mí me encanta, todo, lo considero una ventaja, un distintivo. Es como lo que comentaba de la madera, también la madera es distinta en cada pieza y tiene vida en su interior, por lo que interactúa con lo que le toca. ¿Habéis visto qué originales quedan las tarjetas? Me dan ganas de hacerme unas..., y tocarlas, ¡y devorarlas!
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