martes, 31 de diciembre de 2013

Cigarrillo electrónico : el remedio definitivo o un crecepelo



Por cada titular positivo que hay sobre el cigarrillo electrónico aparece otro diciendo lo dañino o insidioso que es. Mientras que las ventas de tabaco convencional se han reducido al mínimo histórico en nuestro país, la OMS y diferentes organizaciones sanitarias piden que el cigarrillo electrónico sea comercializado como el tabaco, en estancos y puntos de venta autorizados.

Lo cierto es que este nuevo competidor no recauda para el Estado los mismos impuestos que el tabaco, así que durante las últimas semanas se está generando una gran cantidad de información y desinformación en torno a él. Hay muchos intereses enfrentados por ambas partes y jugar con la baza del miedo a lo desconocido resulta verdaderamente sencillo.

Explicado de una forma simple, un cigarrillo electrónico consiste en un dispositivo que atomiza una sustancia que puede contener nicotina, glicol de propileno y otros productos como esencias de fresa, sandía y de cereza.

Son miles de personas las que han conseguido dejar de fumar con este método o que al menos han logrado reducir su consumo diario de nicotina, notando una clara mejoría en su salud: bronquios despejados, mayor capacidad pulmonar, menor irritabilidad y nerviosismo, etc.

El cigarrillo electrónico contiene químicos que no son del todo deseables para la salud, principalmente la nicotina, pero es uno de los mejores sistemas antitabaco que se ha inventado a día de hoy. Entre estos elementos están el Propylene glycol (PG)  y el Glycerine Vegetable (GV), utilizados en productos de cosmética y nutrición pero de los que no existen estudios concluyentes sobre sus efectos en el organismo al ser inhalados.
Países como México, Argentina y Francia que están regulando férreamente su uso por este desconocimiento sobre el impacto del cigarrillo electrónico en la salud. Sin embargo de lo que sí que hay estudios es de que el tabaco produce cáncer y otras muchas enfermedades igual de letales. 

Se dice que los estudios realizados hasta la fecha carecen del rigor científico necesario, pero hay evidencias que son contundentes como las de este vídeo.

 

O este otro si no eres escrupuloso




Las matemáticas del cigarrillo electrónico son aplastantes


A nivel psicológico el cigarrillo electrónico prepara al cerebro para abandonar paulatinamente la acción de llevarse un pitillo a la boca. Este gesto se repite una media de 400 veces diarias y para muchos fumadores es el principal causante de su adicción, debido al complejo de fijación oral o bucal.

Una sola ampolla de esencia equivale a un cartón de tabaco y el depósito a una cajetilla de veinte cigarrillos, si eres de los que fuma un cartón a la semana puedes hacer un cálculo rápido del ahorro. Poniendo un gasto medio de 3€ por cajetilla, los fumadores que consumen a diario su correspondiente paquete se gastan al año 1095€.
En vaporizadores o cigarillos electrónicos la inversión en líquidos es de unos 280€, lo que supone casi la cuarta parte de ahorro.


Si te resulta interesante puedes seguir recabando información sobre el cigarrillo electrónico en http://www.vapeadores.com que cuenta con una increíble comunidad.

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