Viajar a Barcelona una vez al año se ha convertido en una fabulosa costumbre que llevo manteniendo desde que era una adolescente de pelo plantado y uñas mordisqueadas. Los primeros años fui por no perderme la Primavera del Diseño (¡madre mía, cuánto hace de eso!), luego "se me quedó" la costumbre porque tenía amigos allí a los que era un placer visitar. Conocí las terrazas de Barcelona, los sitios secretos donde tomar ostras con cava... y por supuesto seguí con mis recorridos
de diseño por la ciudad. Exposiciones en el CCCB, el MACBA, el Centre d'Art de Santa Mónica,... y revisión de las tiendas que no tenía en mi ciudad: Vinçon, Muji, la desaparecida Casa Claramunt (snif!). De entonces a hoy sólo he ganado en mi ciudad un Muji, pero no es lo único que ahora también tengo en Valencia: ahora también podemos
tomar zumos en el mercado, el Mercado Central.
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Zumos de naranja...¡pues mejor de Valencia! |
Tomar zumos en el mercado: de la Boquería al Mercado Central
Una de las paradas obligadas en mis largos paseos por Barcelona era (es) el
Mercado de la Boquería. Soy devota de sus grandes pilas de fruta perfectamente ordenada. Sus montañas de hielo donde incrustan
bandejitas con fruta cortada y lo que más, lo de tomar
zumos en el mercado. Vasos individuales con pajita, tapados para conservar las vitaminas y frescos, listos para tomar. Es una delicia ver los colores, derivados de las combinaciones de frutas más sabrosas. Zumos verdes, rojos, naranjas,... Me encanta degustarlos allí mismo, mientras deambulo entre paradas de mercado repletas de frutas y verduras de temporada. Me sirve de desconexión de tanto diseño, es como tocar tierra. La otra opción que me encanta es salir a las Ramblas y bajar por el paseo central hasta el mar, con mi zumo en la mano, saboreando su acidez o su dulzura; reponiendo fuerzas para la siguiente tanda de tiendas o de museos. Y ahora todo eso lo tengo en
Valencia: puedo tomar zumos en el mercado y disfrutar de la arquitectura del
Mercado Central, con esa maravillosa cúpula, su blanca estructura modernista. Los puestos del mercado ofreciéndome la más rica fruta, los quesos más sabrosos, las verduras de la huerta... un placer para los sentidos.
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Zumos ricos y bonitos, listos para tomar |
Y si quieres pasear por los alrededores tienes planes saliendo por cualquiera de las puertas del mercado: hacia la Lonja, hacia la Avenida del Oeste (nunca me acostumbraré a llamarla Barón de Cárcer, ¿no suena mucho más evocador "del Oeste"?) y sus curiosos comercios; o hacia la Plaza del Ayuntamiento, centro de la ciudad de Valencia. Desde que descubrí que puedo tomar zumos en el mercado de mi ciudad voy mucho más al centro, a recorrer el barrio de cuando era una niña de uniforme y buenos modales, justo antes de convertirme en esa adolescente que no he conseguido sacarme de dentro ;-)
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